Montefiori Cocktail: Anamaria

Hoy el día ha amanecido lluvioso, la luz y el olor a tierra mojada me transportan hacia valles encantados, llenos de nostalgia de una vida maravillosa. Me transportan hacia los inicios de mi vida en Villa Vainilla, y a pesar de la melancolía, el tema que se siento que quiero compartir con vosostros, no es en absoluto triste.

Hace ya 5 años, cuando Villa Vainilla no era más que un huevo batido, tenía por valla el horizonte, por techo las estrellas, estaba asfaltada de piedras, y no había un sitio para casi nada, la música ya tenía el suyo. Antes siquiera que una nevera, o una cama cuyos muelles no aparecieran impresos en la piel cada mañana, la música hacía acto de presencia a través de unos viejos altavoces, de esos que vienen con la minicadena que acompañaba a la conocidísima enciclopedia, excitados por una vieja radio de coche, alimentada a su vez por un, aún mas viejo, transformador de Scalextric.

Y lo que más sonaba entonces, era Montefiori Cocktail, un par de hermanos italianos, a través de los que conocí uno de mis géneros musicales preferidos: el nu-jazz.

Después pensar un poco cual va a ser el tema de Montefiori a compartir, lo tengo claro: Anamaria, que se encontraba entre unos de los favoritos de alguien que hoy anda por Buenos Aires... ¡Un abrazo enorme para él!  Y otro para vosotros.